miércoles, 10 de septiembre de 2014

CBT - Tortura Genital Masculina

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La tortura genital masculina (CBT - Cock and Ball Torture) es una práctica sexual sado-masoquista que se puede realizar de múltiples maneras y en diferentes grados. Hay quien la usa para producir sensaciones placenteras intensas y hay quien la usa como castigo, y tanto en un caso como en otro hay que extremar las precauciones, ya que tenemos entre manos las "joyas de la corona".

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Para hacernos una idea de los riesgos que conlleva esta práctica, tenemos que abrir un momento el libro de anatomía y conocer muy bien la fisiología de los órganos genitales masculinos.





















a) El pene: 
Se divide en base, tronco, frenillo, corona y glande (recubierto por el prepucio cuando no se ha hecho una circuncisión). Es un órgano profusamente irrigado, así que la circulación de la sangre es vital para su función erectil. No tiene huesos ni cartílagos, solo músculo liso (no controlable a voluntad).

- El tronco está formado por dos cuerpos fibrilares cavernosos anclados al hueso púbico mediante una membrana dura, que pueden agrandarse hasta cuatro veces con la irrigación de sangre arterial en su interior, y un cuerpo esponjoso, que protege a la uretra. La erección se mantiene gracias a la contracción de unos microesfínteres de los vasos arteriales, que mantienen la sangre dentro de los cuerpos cavernosos, y que al relajarse permiten al pene recuperar su tamaño normal, devolviendo la sangre a través de las venas.

- La zona del glande y la corona son extremadamente sensibles, y en el punto donde la corona se une al frenillo, podemos encontrar el punto C, o clítoris masculino.


b) Los testículos: 
Convenientemente protegidos por el escroto, son muy sensibles por su elevada inervación. Según la temperatura corporal y la temperatura exterior, el saco escrotal eleva los terstículos para mantener la temperatura adecuada para la producción de esperma, es decir, con el frío se eleva y con el calor se relaja.

En el momento de la excitación sexual, los testiculos se agrandan por la cantidad de sangre que fluye hacia ellos, y cuando está cercana la eyaculación, se acercan más al cuerpo, y todo vuelve a su lugar terminada la excitación. El semen producido se acumula en el epídidimo, una glándula pegada al testículo, donde permanece hasta su expulsión con la eyaculación o su reabsorción por el tejido circundante.


c) El cordón deferente: 
Es el que conduce el esperma desde los testículos hasta la vesícula seminal, que es donde se mezcla con otros líquidos y sustancias para formar el semen. Tiene una longitud de unos 40-45 cm y recorre la parte inferior interna del escroto, por lo que puede ser fácilmente estrangulado con algunas de las prácticas del CBT.


d) La próstata: 
Su función es básicamente secretar el líquido prostático que se unirá al líquido producido por la vejiga seminal para dar la composición final del semen. Tiene una fácil tendencia a la inflamación y a la infección, por lo que hay que tener especial cuidado en algunas prácticas, ya que una inflamación crónica provoca problemas de impotencia (está intimamente ligada a los músculos que expulsan el semen durante la eyaculación).

El semen producido se recoge finalmente en el conducto eyaculatorio, donde se va acumulando durante la excitación sexual. El punto de "no retorno" se produce por un llenado de este conducto y un reflejo espinal que le obliga a vaciarlo, pero esto puede ir acompañado o no de un orgasmo.


e) La uretra: 
Es el conducto y la puerta de salida del semen y de la orina, pero también una zona de protección frente a la entrada de infecciones. El líquido preseminal que aparece cuando un hombre está excitado se produce en las glándulas de Cowper, que preparan el terreno para la llegada del semen (manteniendo unas condiciones químicas adecuadas, por eso su composición es distinta).

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Medidas de precaución

Lo primero que hay que tener en cuenta es que el nivel de tolerancia al dolor, o la sensibilidad de la zona genital es muy variable, y que lo que para algunos puede ser doloroso para otros puede ser placentero, así que es mejor empezar despacio e ir explorando los límites aumentando gradualmente la intensidad a lo largo del tiempo.

La señal más inmediata de peligro sería un dolor agudo e intenso que aumenta rápidamente. Esto resulta un problema para los masoquistas que pueden tomarse este dolor como placentero, encubriendo una posible lesión, así que hay que ser capaz de diferenciar el dolor "bueno" (el que produce placer), del dolor "aviso", que no disminuye ni produce ninguna sensación placentera, y que nos está indicando que algo va mal.

Los daños más comunes que se pueden producir son abrasiones, moratones y cortes. En casos más serios se puede producir aumento en los tejidos, como son los hematomas, espermatoceles (quistes en los testículos), incluso rotura y torsión testicular, así como rotura de pene, que precisan de intervención médica urgente.


Bloqueo de la circulación

El bloqueo de la circulación sanguínea es uno de los mayores riesgos en el CBT, que se puede observar si existe pérdida de coloración y edemas. El bondage en el que los testículos son atados a otras cosas son especialmente peligrosos.

Éste es quizá el mayor peligro porque el dolor no es un indicador fiable. El tejido privado de irrigación deja de doler en un momento determinado, lo que no significa que todo vaya bien. Puede estar irreversiblemente dañado. Cualquier atadura está demasiado fuerte si se clava en la piel y produce sangre. Cualquier atadura se ha llevado durante demasiado tiempo si el pene o los testículos se enfrían o pierden sensibilidad, pero el tercer signo de problemas circulatorios, la pérdida de color, es aun menos fiable en este caso. Todos los tejidos genitales se ven profusamente irrigados durante la excitación sexual, volviéndose rojizos e incluso purpúreos, por lo que puede haber un serio compromiso de la circulación antes de que nos demos cuenta por la falta de color, ya que la sangre que permanece enmascara el problema.

Un mejor signo de circulación alterada es la aparición de edemas o engrosamientos blandos del escroto o del pene, sobretodo alrededor de las ataduras o puntos de presión. Aunque estos edemas no son peligrosos por si mismos, ya que se reabsorben cuando se reestablece la circulación, cualquier tipo de presión o elemento que se esté utilizando cercano al edema debe ser quitado para evitar que se produzcan lesiones mayores. Por lo tanto hay que evitar todo tipo de ataduras, inmovilizaciones o aparatos de presión que no puedan liberarse con facilidad. 

Una buena regla es aflojar o liberar la presión cada 20 o 30 minutos, incluso si no hay signos de ningún problema, y nunca colocar ningún tipo de restricción durante la noche que produzca incomodidad oestén demasiado apretados (atadura, cb, anillos).


Eyaculación retrógrada

Si se obliga a la eyaculación mientras está fuertemente atado en los genitales, el semen se puede ver forzado a volver hacia atrás en la uretra y a ser reabsorbido por el cuerpo. Una parte puede ser eliminado por la orina y el resto reabsorbido sin causar mayores problemas, aunque si se produce habitualmente puede afectar a la producción de esperma.


Otros problemas y recomendaciones

Si se corta la circulación de la sangre durante mucho tiempo en la zona del prepucio, el tejido tendrá problemas para ejercer su función retractil, incluso puede perder elasticidad.

Hay que tener cuidado con los piercings genitales ya que si se arranca uno sin querer se necesita ayuda médica para reparar el tejido desgarrado y evitar una fea herida que podría infectarse con facilidad. 

Si se usan aparatos de electroestimulación, asegurarse de que no hay un marcapasos colocado y que no existen problemas previos de corazón.

La fractura de un pene erecto produce un crujido audible y es muy dolorosa, y es un problema muy serio que necesita intervención médica inmediata. como primeros auxilios usar hielo.

La rotura de un testículo, que produce la liberación del semen en el saco escrotal, se acompaña de nauseas, un dolor extremo, una hinchazón del saco escrotal  y sangrado interno que puede crear un gran hematoma. Este tipo de lesión requiere de atención inmediata.

La torsión testicular ocurre cuando el cordón deferente y los vasos sanguineos que conectan el saco escrotal  sufren torsión o estrangulación, produciéndose un dolor intenso, hinchazón y edema del saco escrotal, y puede ser extremedamente sensible al tacto. Este tipo de lesión requiere de rápida intervención o se podría perder el testículo.

Cualquier práctica que implique la introducción de objetos por la uretra debe realizarse con una escrupulosa higiene, limpiando tanto el pene como el material a utilizar.

La aparición de pequeños hematomas no es preocupante, ya que se reabsorben en unos días, pero la presencia de grandes hematomas puede poner en compromiso otras estructuras genitales y deben ser revisados por un médico.

Es recomendable además tener un kit de primeros auxilios completo siempre a mano, y ante cualquier duda de lesión es mejor interrumpir la práctica


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